Gráfica 2

Hoy hablaremos del arte de tapa de nuestro segundo disco, Rebaño de cabras. También realizado por Pablo Tajer, está hecho a mano con pintura acrílica, tomando algunos elementos de fileteado porteño. La idea es una interpreactión libre y gratuita del mito griego de Ulises y las sirenas. Nuevamente nos pondremos en papel de abuelita cuentacuentos:

Según la mitología griega, las sirenas vivían en una isla del Mediterráneo. Su canto era tan bello que los marinos que las escuchaban enloquecían y arrojaban sus naves contra los arrecifes. Los sobrevivientes eran asesinados sin piedad. Según esta versión, las sirenas no eran la típica y hermosa mujer/pez, sino algo más parecido a unos pájaros con tetas, menos glamorosos y bastante más terroríficos.
Cuando Ulises abandonó la morada de la hechicera Circe, sabía que debía pasar cerca de la isla de las sirenas, y siguiendo los consejos de la hechicera, elaboró una estratagema que le permitió oír los cantos y a la vez salvar la nave y a sus compañeros: tapó los oídos de sus hombres con cera y les pidió que lo aten fuertemente al mástil. Así no se perdió de escuchar el irresistible canto pero tampoco cedió a su encantamiento. Las melodías sonaron y Ulises gritó desesperado a sus compañeros que lo desaten, pero por supuesto estos permanecieron sordos a sus reclamos. Finalmente, el barco pasó y los héroes escaparon del funesto destino de tantos otros marinos.

En el arte, podemos ver que el dragón (o lo que sea) también sugiere la forma de un barco, y avanza sobre ese mar de peligrosas sirenas, ese satánico rebaño de cabras que te envuelve con hermosos cantos pero que en realidad sólo busca destruirte. Habrá que hacer como el dragón, avanzar sin dejar de mirar el horizonte, o siendo más realistas, sin mirar nunca para abajo.